Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes.
(1 Pedro 5:7)
Echar sobre Dios aquello que nos preocupa es una forma sencilla y eficaz de solucionar el problema de la ansiedad. Sin embargo, esa actitud exige cierto grado de confianza y una entrega total. Cuando entregamos a Dios lo que nos ha causado ansiedad, pasamos a disfrutar de un sorprendente sentimiento de paz y tranquilidad porque sabemos que todo está depositado en las mejores manos. Todo está bajo el control del Señor de todo el universo, quien cuida de nosotros.
¿Qué te preocupa en este día? ¿Los problemas familiares, las deudas, los estudios, el trabajo, las enfermedades, el futuro? Sea cual sea la causa de tu ansiedad, sean problemas grandes o pequeños, la Biblia nos orienta a echar toda inquietud sobre Dios. Entrega todo al Señor en oración. Si haces esto, podrás descansar en él, confiando que Dios cuida de ti y que también actuará de acuerdo con su buena voluntad en todas las situaciones.
Cómo echar tus ansiedades sobre Dios hoy:
Ora y habla con él sobre todos los asuntos que te preocupan. Pídele que te dirija y te oriente.
Entrega todo sin reservas y déjalo realmente bajo su cuidado porque él cuida de ti.
Confía que el Señor seguirá cuidando de todas las circunstancias de tu vida.
Para orar:
Señor Dios, quiero echar todas mis ansiedades sobre ti. Pongo en tus manos mis preocupaciones y todo lo que me inquieta. Te pido que me ayudes a descansar en ti confiando en tus cuidados y en tu gran amor por mí. Te agradezco desde ya, con la certeza de que tu paz podrá tranquilizar mi corazón. Amén.